domingo, 8 de noviembre de 2015

Historia de la WEB

HISTORIA DE LA WEB:

TIM BERNERS-LEE:  
"EL LIMITE DE LAS MAQUINAS NO ES SU POTENCIA, SINO NUESTRA IMAGINACIÓN"
En 1989, Tim Berners-Lee llevaba varios años trabajando en el CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear. Aunque Tim era físico, desde que había finalizado sus estudios universitarios se había dedicado a trabajar en temas de telecomunicaciones e informática. En marzo de 1989, Tim escribió un pequeño informe, Information Management: A Proposal, en el que proponía el desarrollo de un sistema distribuido de gestión de la información.
Tim le presentó el informe a su jefe, Mike Sendall. Mike le devolvió a Tim el informe con sólo tres palabras escritas al principio de la primera página, Vague but exciting..., impreciso pero emocionante...
¿Podía ser emocionante un informe lleno de gráficos extraños? ¿Podía ser emocionante un sistema informático?
Justo 25 años después, ahora en el año 2014, estamos celebrando que Tim Berners-Lee escribió ese pequeño informe. Porque ese pequeño informe que proponía el desarrollo de un sistema de gestión de la información para solucionar el problema que existía para compartir la información en el CERN se transformó en algo enorme, la Web. solo tenia que tomar la idea del Hipertexto y conectarlo de TCP Y DNS y ¡ta chan! - la web.




25 AÑOS DE LA WEB:
La Web fue concebida hace 25 años, en concreto el 12 de marzo de 1989. ese día , Tim Bernes-Lee finalizo su informe Information Management: A Proposal, pero era simplemente eso, un informe, todavía no existía el sistema que proponía desarrollar. el primer servidor web, el primer navegador web y la primera pagina web no se desarrollaron hasta finales de 1990
   * La navidad de 1990 vieron como nacía el primer servidor web
   * La world wide web se ha convertido desde entonces en la cara de Internet
   * Ha revolucionado la forma en que nos comunicamos
Los ordenadores de Tim Berners-Lee (ahora Sir Tim Berners-Lee) y de Robert Cailliau se comunicaron por primera vez con un servidor conocido como info.cem.ch a travez de Iinternet utilizando un servicio que habian bautizado como World Wide Web.
Como muchas otras ocasiones históricas, y a pesar de que los dos estaban absolutamente convencidos de que la web era una propuesta con mucho futuro, ninguno de los dos imaginaba en aquel entonces lo importante de ese momento y la revolución que su invento iba a suponer.
De hecho, no hay ninguna copia de la primera página que publicaron en esta máquina -la más antigua que existe data de 1992- y Tim Berners-Lee andaba en aquellas fechas bastante más preocupado por el inminente nacimiento de su primera hija, que aunque tenía que haber nacido en el día de Nochebuena y no lo hizo hasta el día de año nuevo de 1991.
Pero igual que muchas veces los hijos sorprenden a sus padres conforme van creciendo, la web pronto se convirtió en algo muy distinto a lo que sus creadores habían concebido, una herramienta para que los físicos pudieran compartir información e investigar el origen del universo, y se convirtió en la cara amable de Internet que la popularizó en todo el mundo y entre todo tipo de usuarios.
Porque lo cierto es que Internet, o al menos sus redes precursoras y cuya historia se puede trazar directamente hasta la Internet actual, existe desde octubre de 1969, pero aún en 1990 era una herramienta muy poco conocida fuera del mundo universitario.
En aquella época la aplicación estrella de Internet, aunque originalmente había sido concebida como una forma de que los investigadores que trabajaban para la Agencia de Proyectos Avanzados (ARPA) pudieran utilizar ordenadores situados en otro lugar, y no como una red capaz de sobrevivir a un ataque nuclear, a pesar de lo que diga la leyenda, era el correo electrónico.
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También eran muy populares los grupos de noticias, conocidos como Usenet, y se estaba popularizando un servicio llamado Gopher que era una especie de versión primitiva de la web, ya que permitía ir navegando por el gopherespacio mediante carpetas que estaban enlazadas unas con otras en distintos servidores.

De hecho, Gohper y la web convivieron durante años. Cuando en 1993 el Centro Nacional de Aplicaciones de Supercomputación (NCSA) de la Universidad de Illinois publicó la primera versión de Mosaic, el primer navegador con interfaz gráfico capaz de mostrar las imágenes en la misma ventana que el texto, hizo que por fin los usuarios "de a pie" pudieran apreciar lo sencillo que era navegar por toda la información disponible en la web, provocando una exploxión tanto en el número de usuarios que querían consultar información como en la de sitios que la ofrecían en este formato.
Ni siquiera la existencia de navegadores gráficos para Gopher que permitían navegar por su contenido haciendo clic pudo hacer frente al empuje arrollador de la web.
Tan arrollador que en apenas una década no sólo se había convertido en la cara de Internet sino que en muchos casos si se le pregunta a un usuario qué es Internet, identifica a esta con la web y no es consciente de la miríada de servicios a los que podemos acceder a través de Internet.
Y de hecho esta confusión no ha ido más que acrecentándose con el paso del tiempo conforme servicios como el ya citado correo electrónico o los grupos de noticias han ido adquiriendo interfaces que permiten utilizarlos a través de la web, como por ejemplo sucede con Gmail, por citar sólo uno.

La web ha traído consigo también otro cambio muy importante, uno que sin embargo Tim Berners-Lee sí preveía en sus primeras protestas, aunque ha tardado más de lo pensado en materializarse.
La nueva generación de 'prosumidores'
En la propuesta original Berners-Lee ya hablaba de la web de lectura y escritura, con la idea de que los documentos que se publicaran en la web pudieran ser editados tanto por sus creadores originales como por otros usuarios, y aunque en una primera fase en realidad los usuarios en general fuimos meros consumidores de la información que publicaban otros, desde hace unos años se viene hablando de la Web 2.0, que en cierto modo representa la idea original de los creadores de la Web.
En la Web 2.0 todo el mundo, o al menos todos los que estamos del lado bueno de la brecha digital, dispone herramientas para publicar todo tipo de contenidos, herramientas que además, y a diferencia de tan sólo unos años atrás, colaboran unas con otras de tal forma que se pueden crear páginas web que muestran información albergada en servicios muy distintos.

Estas herramientas son, además, extremadamente sencillas de utilizar, con lo que están produciendo una nueva revolución, la de los prosumidores, los usuarios queproducen y consumen información, de tal forma que cualquiera que tenga una historia que contar puede hacerlo y llegar con ella a gente de todo el mundo.
Esto está reescribiendo las reglas del juego en lo que se refiere a la comunicación de políticos, empresas e instituciones con su público, que hasta hace poco no tenía más que aceptar lo que se le contaba y callar.
Hay que reconocer que no está nada mal para un proyecto que el jefe de Tim Berners-Lee marcó a lápiz como «vago, pero interesante» en la propuesta original.

LAS SIGLAS DE WORLD WIDE WEB CUMPLEN ESTE MIÉRCOLES 25 AÑOS
Un 12 de marzo de hace 25 años empezó a moverse un proyecto destinado a cambiar el mundo. Un británico que trabajaba en el Centro Europeo de Física de Partículas, ideó un sistema para mejorar la gestión de la información dentro del propio CERN. Un año después el invento se conocía por sus siglas: W-W-W y el resto, es historia que se sigue escribiendo hoy.
TIM BERNERS-LEE: UNIO LOS DOS CONCEPTOS 
INTERNET + HIPERTEXTO =WEB (WORD WIDE WEB)
•  El 12 de marzo de 1989 Tim Berners-Lee describió el protocolo de transferencias de hipertextos
El 12 de marzo de 1989, el investigador británico Tim Berners Lee describió en un informe para el CERN el protocolo para la transferencia de hipertextos, lo que un año después sería la World Wide Web.
Las impronunciables tres W que preceden a la mayoría de direcciones de Internet nacieron ahora hace justo 25 años. Su inventor, un nombre ya mítico, fue Tim Berners-Lee; y, por una vez, el lugar a este lado del Atlántico, concretamente en una oficina del edificio número 31 del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), cerca de Ginebra.
Berners-Lee no inventó Internet. La red global se diseñó a mediados de los 70 y empezó a funcionar oficialmente en 1983, fruto de un proyecto de origen militar. Internet es básicamente hierro: Enjambres de ordenadores conectados entre sí, que comparten un protocolo o normas de conexión: Algo así como la lingua franca que les permite entenderse unos con otros. Y gracias a eso pueden ofrecer ciertos servicios como el correo electrónico o la transferencia de datos.
La Web, así, con mayúscula, en cambio, es intangible: La componen documentos, imágenes, sonidos repartidos por todo el mundo... Se estima que su volumen puede estar por los 1.5 zettabytes. Y aumentando, de minuto en minuto. El prefijo zetta implica un uno seguido de 21 ceros... Por encima de él solo queda definido el prefijoyotta (24 ceros). Después, habrá que inventar nuevas palabras
“Propuesta vaga pero emocionante”, escribió su jefe de departamento cuando le presentó el proyecto
El propio Berners-Lee describe ambos (Internet y la Web) como millones de elementos conectados entre sí. Pero mientras que en Internet son ordenadores conectados por cables y otros medios físicos, la Web es mucho más abstracta: una telaraña de información, en la que las conexiones son los enlaces de hipervínculo. Cada vez que, en su PC, usted hace clic sobre una palabra subrayada, que le conduce a otra página, está utilizando una de esas conexiones.
La idea de la Web no fue fruto de una repentina inspiración. Berners-Lee había empezado a trabajar en el CERN en 1980. Allí trabajaban entonces unas 10.000 personas, diseminadas por muchos centros, que se comunicaban entre sí por los únicos medios disponibles: Simple correo electrónico o envío de ficheros.
Pongamos las cosas en perspectiva: En 1980 Windows todavía no existía. La mayor parte de ordenadores personales funcionaban en MS-DOS: Simples líneas de texto verde sobre fondo negro. Las pantallas con capacidad gráfica, todavía con prestaciones muy primitivas, estaban reservadas solo a algunos privilegiados. En un disquete cabía entre un cuatro y medio megabyte. Un disco duro de 10 megas (del tamaño de una ensaimada y que requería cerca de un minuto para acelerar) era casi un lujo asiático. Internet existía, pero solo como soporte de correo electrónico, transferencias de archivos y algunos servicios de pago, que ofrecían descargas de información. La conexión, para el común de los mortales, pasaba por utilizar un módem sobre la línea de teléfono analógica.
El primer trabajo de Berners-Lee en el CERN fue diseñar Enquire, una base de datos que con la que intentaba sistematizar las montañas de información inconexa que empezaban a acumularse. Enquire funcionaba a base de un sistema de tarjetas de información, que podían relacionarse unas con otras. Se implantó en el CERN , pero no era un sistema muy flexible, sobre todo porque cada introducción de nueva información resultaba complicada.
Berners-Lee dejó el CERN a finales de 1980, estuvo unos años trabajando en la industria y regresó en 1989, cuando el CERN era ya uno de los mayores nodos de Internet a este lado del Atlántico. Es entonces cuando -con la colaboración de Robert Caillau- presentó una propuesta para establecer un sistema de archivo de documentación mediante el uso de conexiones entre documentos de una forma más simple. Para añadir un enlace a Enquire, había que modificar la ficha del documento referenciado.
La propuesta original
de la que ahora se cumple el cuarto de siglo- tenía solo 20 páginas, incluyendo unos pocos diagramas y ejemplos. Hacia el final se estimaba que bastarían dos personas para completar el proyecto inicial en un plazo de entre seis y 12 meses.
El director del departamento, Mike Sendall, acogió con interés la idea. Escribió en su primera página la escueta nota "Propuesta vaga pero emocionante...", le dio su apoyo y el proyecto echó a andar.


El primer servidor de la Web fue un ordenador NeXT 

Un extraordinario diseño de Steve Jobs, posterior a su salida de Apple. Era una máquina adelantada a su época y que quizá por eso nunca tuvo mucho éxito comercial. Estaba instalado en el propio CERN y su dirección erahttp://info.cern.ch.
El NeXT era una máquina poco extendida y solo quienes disponían de una podían aprovechar las capacidades gráficas de la Web. El resto tenían que conformarse con simples versiones de texto, así que pronto aparecieron navegadores para otras plataformas. El propio Robert Caillau, uno de los primeros conversos e impulsores de la idea de Berners-Lee, empezó a desarrollar uno para sistemas Mac pero para entonces, el Centro Nacional de Aplicaciones para Supercomputación de Estados Unidos había volcado sus recursos en diseñar el Mosaic, que se convirtió de hecho en el standard de los navegadores. Fue el abuelo de los Netscape, Explorer, Firefox y demás
La página principal de este sitio era un simple menú de nueve puntos, que explicaba el alcance del proyecto, la forma de utilizar los enlaces y cómo instalar nuevos servidores. No faltaba un apartado de bibliografía, referencias de software y una lista hasta veinte de colaboradores. Todo, por supuesto, en simple texto, sin ni un solo gráfico ni adorno.
Hoy, estas páginas han sido restauradas, como si se tratase de un yacimiento arqueológico, devolviéndolas a su aspecto original. Son accesibles desde la dirección original.

¿Por qué WWW? 
El propio Berners-Lee estuvo barajando varios nombres para su proyecto. Entre ellos, Mine Of Information (descartado porque sus siglas deletraban "moi", en francés, que se consideró un poco egocéntrico) y The Information Mine (igualmente descargado por la misma razón: "TIM" era el nombre del propio inventor...). Al final, quedó en las tres W, que, aparte de definir muy bien su alcance global e interconectado, tenían cierto atractivo desde el punto de vista gráfico.
Al principio, los pocos servidores de la web estaban instalados en centros europeos, casi siempre relacionados con el CERN. El primero en Estados Unidos fue el del Acelerador Lineal de Stanford, que entró en funcionamiento en 1991. A medida que corría la voz, su número proliferaba.. En enero de 1993 había solo 50 servidores en todo el mundo; en octubre esa cifra se había multiplicado por diez.
Primero instituciones académicas fueron los usuarios más entusiastas; luego, grandes corporaciones. Y, por fin, firmas comerciales o particulares de todo tipo. Gran parte de ese éxito se debió a la decisión del CERN de liberar software y especificaciones sin cargar royalties por ello.
Pero Berners-Lee no se limitó a establecer los principios de la web. En 1990 escribió el primer navegador con interface gráfica, que podría presentar no solo texto sino también descargar imágenes. De momento, solo en tonos de gris, que era lo único que soportaba su NeXT.
Las tareas pendientes, según Berners-Lee
El creador de la World Wide Web muestra en declaraciones al Instituto Pew algunos de los retos que debe afrontar su sistema de comunicación para mantener su vigencia y salud. "A medida que la Web cumple 25 años se evidencia que hacen falta más datos para realzar y defender la web. La comunidad que formamos es tan grande como el mundo; luchamos con amenazas de seguridad cada vez más reales, así como de vigilancia, privacidad, infraestructuras abiertas, neutralidad de la red y protección de contenidos entre otros retos. Creo que es vital que se pase a la acción, que se realce y defienda la web", apunta.
En 1994, el propio Berners-Lee promovió la creación del World Wide Web Consortium (W3C), para mantener unos estándares comunes en el funcionamiento de la red, que por entonces todavía no se había popularizado mucho pero que ya empezaba a mostrar su potencia. En ese consorcio participaba DARPA, la agencia cuyos trabajos en redes de comunicaciones resistentes a catástrofes habían dado origen al propio Internet.
En 1999, la revista Time incluyó a Tim Berners-Lee en la lista de las cien personas más influyentes del siglo XX. Y con motivo. Pocas veces puede decirse que una revolución social como la que ha propiciado la Web haya sido obra casi exclusiva de un solo hombre. Quizás habría que remontarse hasta Gutenberg.


INTERNET EN EL MUNDO
El acceso a Internet varía considerablemente de un país a otro. Y desgraciadamente, un mal acceso a Internet perjudica de forma sustancial la economía de un país.
En junio de 2014, la
Internet Society : Trusted as the world's independent source of leadership for Internet policy, technology standards, and future development.  publicó el
Global Internet Report 2014 :  Este informe va acompañado de un mapa interactivo,
Global Internet Report Map : que muestra varios datos por países de los que destacan los siguientes conceptos:
• Porcentaje de penetración entre los usuarios de Internet.
• Coste, como porcentaje de la renta per cápita necesaria para tener un acceso de banda ancha a Internet.
• La mediana de la velocidad de descarga para una conexión fija a Internet.
Algunos datos son conocidos desde hace años. Por ejemplo, los países nórdicos se sitúan entre los diez primeros en porcentaje de penetración:
• Islandia:       96,5% (1)
• Noruega:     95,1% (3)
• Suecia:        94,8% (4)
• Dinamarca:  94,6% (5)
• Finlandia:     91,5% (8)
•Islas Feroe:   90,0% (10)
En el extremo opuesto se sitúa Eritrea con un 0,9%.
Respecto al coste, algunos de los países nórdicos vuelven a aparecer entre los diez primeros de los países donde el coste es menor. En el extremo opuesto vuelve a aparecer Eritrea con casi un 4000% (más o menos, un ciudadano medio necesita 40 veces su sueldo para poder tener una conexión a Internet).
Respecto a la velocidad de descarga, el número 1 es Hong Kong con 57,07 Mbit/s como mediana de la velocidad.



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